La momia de origen aimara, devuelta al Perú por el Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi, según los primeros estudios, a un infante de dos a cuatro años de edad, de sexo por definir, que vivió en la época inca (siglos XV-XVI).
El cuerpo sin vida está dispuesto en posición flexionada y cubierto con un fardo funerario confeccionado con soguilla de fibra vegetal hasta la cabeza, pero deja al descubierto el rostro.
De acuerdo a las imágenes dadas a conocer sobre esta momia, se observa que el cráneo tiene seis centímetros de diámetro, lo que confirma el rango de edad estimado, y conserva algunos dientes delanteros en ambos maxilares
Este tipo de enfardelamiento y su procedencia probable en la sierra sur del Perú indica que las osamentas pertenecen a un niño o niña de la civilización aimara, cultura andina anterior a los incas que se estableció en la gran meseta y la cuenca del lago Titicaca, que en el Perú corresponde al departamento de Puno. En el imperio incaico la extensa zona ocupada por la población aimara fue llamada Collasuyo y comprendió también parte del territorio de la actual Bolivia.
La momia aimara llegó al Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi, ubicado en Texas, Estados Unidos, en la década de los 60, procedente del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, y estuvo en exhibición por algunas décadas.
Proceso de devolución
En setiembre del 2017, la Cancillería, comunicó a la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, que la señora Madeleine Fontenot, del Museo de Ciencia e Historia del Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi, informó sobre la existencia de una momia de supuesto origen peruano en posesión de dicho museo.
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Especialistas en restos óseos del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú analizaron las imágenes remitidas por el Ministerio de Cultura y determinaron que la momia pertenece al patrimonio cultural de la nación.
En setiembre de 2018, la Cancillería informó al Ministerio de Cultura que la señora Madeleine Fontenot del Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi decidió hacer efectiva la devolución de la momia al Consulado peruano en Houston.
Este patrimonio cultural de la nación fue oficialmente devuelto el pasado 4 de enero de 2019, luego de las gestiones iniciadas por la Embajada del Perú en los Estados Unidos con el referido museo.
El Ministerio de Cultura detalló que la momia permanecerá en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), en el distrito limeño de Pueblo Libre, donde se le harán estudios radiológicos para proceder con su registro respectivo.
El cuerpo sin vida está dispuesto en posición flexionada y cubierto con un fardo funerario confeccionado con soguilla de fibra vegetal hasta la cabeza, pero deja al descubierto el rostro.
De acuerdo a las imágenes dadas a conocer sobre esta momia, se observa que el cráneo tiene seis centímetros de diámetro, lo que confirma el rango de edad estimado, y conserva algunos dientes delanteros en ambos maxilares
Este tipo de enfardelamiento y su procedencia probable en la sierra sur del Perú indica que las osamentas pertenecen a un niño o niña de la civilización aimara, cultura andina anterior a los incas que se estableció en la gran meseta y la cuenca del lago Titicaca, que en el Perú corresponde al departamento de Puno. En el imperio incaico la extensa zona ocupada por la población aimara fue llamada Collasuyo y comprendió también parte del territorio de la actual Bolivia.
La momia aimara llegó al Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi, ubicado en Texas, Estados Unidos, en la década de los 60, procedente del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, y estuvo en exhibición por algunas décadas.
Proceso de devolución
En setiembre del 2017, la Cancillería, comunicó a la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura, que la señora Madeleine Fontenot, del Museo de Ciencia e Historia del Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi, informó sobre la existencia de una momia de supuesto origen peruano en posesión de dicho museo.
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Especialistas en restos óseos del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú analizaron las imágenes remitidas por el Ministerio de Cultura y determinaron que la momia pertenece al patrimonio cultural de la nación.
En setiembre de 2018, la Cancillería informó al Ministerio de Cultura que la señora Madeleine Fontenot del Museo de Ciencia e Historia de Corpus Christi decidió hacer efectiva la devolución de la momia al Consulado peruano en Houston.
Este patrimonio cultural de la nación fue oficialmente devuelto el pasado 4 de enero de 2019, luego de las gestiones iniciadas por la Embajada del Perú en los Estados Unidos con el referido museo.
El Ministerio de Cultura detalló que la momia permanecerá en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), en el distrito limeño de Pueblo Libre, donde se le harán estudios radiológicos para proceder con su registro respectivo.